El Gobierno de Argentina oficializó la disolución de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) mediante el decreto 953/2024, publicado este viernes en el Boletín Oficial.
En su lugar, se establece la Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA), una entidad que absorberá las funciones y recursos de la AFIP, con el objetivo de optimizar la eficiencia en la gestión fiscal y aduanera del país.
El decreto establece que la ARCA será la continuadora jurídica de la AFIP y mantendrá sus responsabilidades y funciones asignadas por el marco legal vigente.
El personal actual de la AFIP conservará su situación administrativa, y el financiamiento para el funcionamiento de la nueva agencia se cubrirá con los recursos presupuestarios asignados previamente a la AFIP.
En los considerandos del decreto, el Gobierno justifica la medida en la necesidad de reestructurar las instituciones públicas para mejorar su eficiencia y transparencia. Según el documento, la AFIP mostraba limitaciones en su capacidad de respuesta a las demandas tributarias, aduaneras y de seguridad social, lo cual afectaba la administración de los recursos públicos.
Además, el decreto detalla que la estructura de la AFIP estaba sobredimensionada, con múltiples sectores que no desempeñaban funciones esenciales, lo que generaba un desbalance en el uso de los recursos.
Objetivos de la nueva Agencia ARCA
La creación de la ARCA apunta a simplificar la estructura y agilizar la operatividad en la recaudación tributaria y control aduanero, buscando mejorar la calidad y celeridad de los servicios para la ciudadanía. El Gobierno espera que, con una mayor especialización, la ARCA contribuya a una administración más eficiente de los recursos fiscales y aduaneros.
Con la disolución de la AFIP y el inicio de la ARCA, el Gobierno argentino da un paso significativo en la reforma administrativa, que, según las autoridades, permitirá responder de manera más ágil y eficaz a las necesidades del sistema impositivo y aduanero del país.