En diciembre, las jubilaciones incluidas en el sistema general de la Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSES) recibirán un aumento del 2,69 porciento, conforme al Índice de Precios al Consumidor (IPC) registrado en octubre. Este incremento se reflejará en un alza de la jubilación mínima, que pasará de 252.798,48 pesos a 259.599. Por otro lado, el monto máximo aumentará de 1.701.094,47 pesos a 1.746.854. Estos importes son considerados en bruto, pero al aplicar la deducción correspondiente al aporte del PAMI, los montos netos resultantes serán de 251.811 y 1.649.831 pesos, respectivamente.
El gobierno, adicionalmente, ha anunciado que aquellos beneficiarios que reciben la jubilación mínima serán elegibles para un bono extraordinario de 70.000 pesos. Este movimiento sugiere que los jubilados finalizarán el año con un aumento nominal del 145,6 por ciento, esto sin considerar el bono adicional, cifra que supera la cifra inflacionaria calculada por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec).
No obstante, quienes perciban la jubilación mínima incrementada con el bono de 70.000 pesos desde marzo experimentarán un incremento acumulado nominal del 105,1 por ciento. Es importante señalar que este bono es exclusivo para aquellos que reciben únicamente prestaciones al nivel del haber mínimo. Los individuos que cobren tanto una jubilación como una pensión no podrán acceder a este bono complementario.
Este marco económico afecta aproximadamente al 50 por ciento de la población jubilada y pensionada, lo cual se traduce en cerca de tres millones de personas que reciben actualmente este bono. Este grupo representa un segmento significativo del total de beneficiarios bajo el sistema de ANSES, reflejando así el alcance y la importancia de medidas económicas destinadas a mitigar los impactos de la inflación.
