El consumo masivo en Argentina sigue sin mostrar señales de recuperación, y las ventas en supermercados volvieron a caer en enero, según fuentes del sector. A pesar de que enero de 2024 ya había sido un mes con malas cifras comparativas, las ventas continuaron su descenso, con una caída interanual de entre el 5% y el 6%, según representantes de grandes cadenas de supermercados.
Aunque el número parece menor respecto a la caída del 18% registrada en diciembre de 2024, el contexto sigue siendo preocupante, ya que las comparaciones interanuales se están haciendo con un año de retrocesos significativos. Si esta tendencia se confirma, las ventas de enero de 2025 serían casi 15% más bajas que en el mismo mes de 2023 en términos reales.
En cambio, las ventas minoristas en pymes, según datos de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), crecieron un 25,5% interanual en enero. Sin embargo, este crecimiento no alcanza a compensar el desplome de enero de 2024, y la comparación aún está por debajo de los niveles de 2023.
Un factor que sigue influyendo en el comportamiento del consumo es el boom de turismo y compras en el exterior, impulsado por la apreciación cambiaria. El mes de enero cerró con un récord en los préstamos por gastos en dólares con tarjetas de crédito, alcanzando los 864 millones de dólares.

A pesar de la desaceleración de la inflación, los hogares argentinos siguen luchando con la alta proporción de sus ingresos destinados a servicios esenciales, lo que limita aún más su capacidad para adquirir bienes de consumo masivo. En enero, por ejemplo, la inflación en la Ciudad de Buenos Aires fue del 3,1%, con una disparidad notable entre el aumento de los bienes (1,4%) y los servicios (4,3%).
Las perspectivas para el consumo masivo a medida que avance el año no son optimistas, ya que no se esperan rebotes significativos y la situación sigue siendo complicada para las familias argentinas.
