El fiscal de Villa La Angostura Adrián De Lillo solicitó al tribunal de juicio que
declare culpable a un sujeto, acusado de haber abusad sexualmente durante años de una niña, que integraba su entorno familiar y con la que convivía.
De Lillo sostuvo en su alegato ante el tribunal, integrado por la jueza Carolina
González y sus pares Nazareno Eulogio y Juan Pablo Balderrama, que
durante el juicio la fiscalía probó la acusación contra el imputado.
Por eso, pidió al tribunal que lo declare autor penalmente responsable de
abuso sexual con acceso carnal en carácter de delito continuado, cometido
contra una menor de 13 años, agravado por la convivencia preexistente.
También, requirió que sea condenado como autor de abuso sexual con
acceso carnal en carácter de delito continuado, agravado por haber sido
cometido contra una menor de 18 años de edad y aprovechando la
convivencia preexistente. Y por el delito de abuso sexual con acceso carnal
en carácter de delito continuado. Concursando todos los hechos de forma
real y en calidad de autor material.
La audiencia de los alegatos se hizo el viernes en Villa La Angostura. La
identidad del imputado (identicado solo con las iniciales E.L.V.) se mantuvo
en reserva para proteger a la víctima que integraba el entorno familiar del
acusado, que fue asistido en el juicio por la defensa social.
De Lillo, junto con el funcionario de la scalía Gustavo Vázquez, indicó que
los abusos se reiteraron y perpetuaron en el tiempo.
Según la scalía, el imputado cometió los ataques sexuales en fechas
indeterminadas, pero ubicables en el período que va desde marzo de 2010
hasta el 2 de febrero de 2024, en una vivienda familiar ubicada en Villa La
Angostura.
La víctima se animó a denunciar el drama que sufría a partir de la
intervención de un familiar que advirtió conductas extrañas, explicaron desde
la fiscalía.
La fiscalía valoró el testimonio de la víctima
De Lillo armó que en el juicio “la víctima relató sin contradicciones, sin
inconsistencia, y expuso la sistemática violencia que padeció a lo largo de
los años”. “Relató cómo el acusado, dentro de ese periodo de tiempo,
mantenía un control sobre la misma. La aislaba y aprovechaba los momentos
en que se encontraba a solas para cometer los abusos bajo amenazas“,
advirtió el fiscal.
Dijo que de esta manera se fueron naturalizando los actos sexuales y de
violencia. Agregó que el acusado se mostraba como un referente en todos
los ámbitos, logrando perpetuar la dependencia.
Sostuvo que el acusado la amenazaba que sí ella revelaba los abusos iba a
ser la responsable de la separación de la familia.
De Lillo pidió al tribunal que la conducta del acusado debía ser observada
con perspectiva de género.